OTRA MIRADA…

Ya la altura de este interrumpido semestre nos hemos familiarizado con las principales ramas de la psicología y sus postulados “…El hombre es una maquina compleja quien al asociarlo a estímulos nos da respuestas...” “…El yo es la capa más profunda de la psique…” etc. todas apuntado a dar alguna explicación “sentenciable” de que es el ser humano y sus componentes internos. En los años 60´ Stanislav Grof; médico psiquiatra de origen checo, fue uno de los creadores de la Psicología Transpersonal, y un pionero de los trabajo con los Estados No Ordinarios de Conciencia. Es, asimismo, el teórico más importante en la investigación del campo de la Conciencia Humana, espacio en el cual la Psicología se ha aventurado a explorar a partir de los trabajos publicados por el Dr. Grof ya desde década del '60. Se ofreció como conejillo de indias científicamente para experimentar con el LSD y otras sustancias psicodélicas, que el Laboratorio Sandoz enviaba a investigadores psiquiatras de todo el mundo para que estudiaran sus efectos y sus posibles empleos en psiquiatría. Aseguraba que dicha droga le había permitido “una vía de acceso al inconsciente”. En sí mismo y en cientos de personas descubrió que bajo los efectos de estas sustancias alteradoras de la mente se generaban estados en los cuales emergían a la conciencia facetas normalmente no conscientes, material biográfico inconsciente, recuerdos de la vida intrauterina y estados de probable naturaleza transpersonal
Pero la Psicología Transpersonal no se limita simplemente a uso de sustancias psicodélicas, sino más bien es la única rama o disciplina de las psicologías actuales, que incorpora una mirada holística del ser humano, es decir lo mira como un ser integral, y a diferencia de otras corrientes en psicología, es la más moderna, y reconoce al ser humano como esencialmente espiritual. Sostiene que la Psicología y la Espiritualidad son parte del desarrollo humano.
La teoría transpersonal plantea niveles de conciencia Egoico, Existencial, Transpersonal. El primero de ellos, el nivel egoico el más bajo, las personas quienes se encuentran en este nivel, se concentran en sus propios intereses particulares, poseen una dinámica de consciencia focalizada en necesidades que satisface su egoísmo, sólo buscan la concupiscencia, son incapaces de trascenderse así mismos. Entre este estado y el existencial, que es el que sigue, existe dolor, la persona sufre aunque no sea capaz de percibirlo. Las personas quienes viven en estado existencial, se cuestionan la forma en que satisfacen sus necesidades, existe una duda sistemática de existencia, cuestionamiento de identidad, este estado se relaciona con la dinámica adolescente de identidad. Para que una persona logre pasar de este estado al nivel transpersonal, debe alcanzar la madurez del nivel de consciencia, no sólo por la práctica sistemática, sino que debe haber sacrificio tanto personal como espiritual. Este nivel es el más alto de identidad que puede alcanzar el sujeto, puede identificarse con niveles más amplios que el mismo posee. Se requiere de un proceso de iniciación, que implican identificarse con objetos o procesos más amplios que el self. Un ejemplo de personajes quienes han alcanzado este nivel Buda, Zoroastro, Cristo, etc.…
Sería bastante sano preguntarnos en qué nivel nos encontramos……

Romina Morales Pinto

ayudante tutora